¿Qué documentación resulta imprescindible para viajar a un país extranjero?
Por gentileza de ARAG se proporciona la información siguiente:
Existe una serie de documentos que resultan imprescindibles para tener unas vacaciones sin contratiempos y que por tanto nunca deben faltar si se pretende viajar fuera del territorio nacional. La referida documentación puede variar dependiendo del territorio que se pretende visitar, ya que si nuestro destino es cualquier país de la Unión Europea será suficiente llevar consigo como documento de identificación del viajante el D.N.I. en vigor. En cambio, para el resto de países extracomunitarios se exige disponer del pasaporte en regla, y sobre todo en relación a éste hay que tener también presente qué vigencia tiene, pues en algunos estados se requiere una validez mínima de seis meses a partir de la fecha de entrada en el territorio que se pretende visitar, por lo que en ocasiones nos vemos obligados a renovarlo, independientemente de que el pasaporte no haya llegado a su fecha de caducidad. Por ello, se aconseja revisar antes de partir hacia un país extranjero y con la suficiente antelación, si los referidos documentos de identificación están en vigor.
Hay que añadir que son las correspondientes Jefaturas Superiores y Comisarías de Policía, quienes se encargan de expedir y renovar tanto el D.N.I. como el pasaporte.
Los menores de edad que viajen solos precisarán además del documento de identificación correspondiente, una autorización del padre, madre o tutor. Ésta se puede obtener a través de las Comisarías de Policía, Puestos de la Guardia Civil, Juzgados, Notarios o Alcaldes.
Además, hay determinados estados en los que se exige un visado para poder entrar en su territorio. Dicha autorización previa puede ser gratuita o no dependiendo del país de destino, se suele estampar en el mismo pasaporte del viajero, y se puede tramitar a través de las Embajadas u Oficinas Consulares, aunque hay que decir que en algunos países se obtiene directamente en la misma llegada.
Asimismo, en el caso de que nuestro destino sea un país de clima tropical o con unas condiciones sanitarias deficientes es aconsejable la vacunación contra algunas enfermedades endémicas, así como tomar la medicación preventiva para el paludismo. Por tanto, es conveniente que antes de viajar a un país extranjero se acuda a un centro sanitario especializado de vacunación internacional, pues sus profesionales médicos son quienes nos informarán, según el destino, momento en el que se pretende partir, hospedaje, duración de la estancia y estado del viajero, sobre las vacunas que son recomendables administrar, así como aquellas consideradas como obligatorias por las autoridades del país que se pretende visitar, ya que en estos casos se debe adjuntar junto con los documentos imprescindibles de entrada al país el correspondiente certificado internacional de vacunación acreditativo de haberse administrado dicha vacuna.
Respecto a la cobertura sanitaria hay que tener en cuenta que si el destino del viaje es un país integrante de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo ( Islandia, Liechtenstein, Noruega) y Suiza, es aconsejable disponer de la Tarjeta Sanitaria Europea. Esta tarjeta es individual, su periodo de validez consta en la misma y certifica el derecho de su titular a recibir las prestaciones sanitarias que sean necesarias desde un punto de vista médico, beneficiándose de esta forma de una asistencia sanitaria en igualdad de condiciones que los nacionales del país que se pretende visitar.
Lógicamente, dicha tarjeta no es válida si la causa del desplazamiento tiene por objeto el recibir un tratamiento médico específico. Para su obtención hay que acudir a los Centros de Atención e Información del Instituto Nacional de la Seguridad Social (CAISS).
Sin embargo, tanto si se viaja por Europa como por cualquier territorio extracomunitario, siempre es aconsejable contratar un seguro privado de asistencia en viaje, ya que estas pólizas garantizan no sólo una mayor tranquilidad para el viajero, sino que en muchas ocasiones aumenta la cobertura sanitaria que proporciona el país de destino, o la garantiza en los casos en los que no exista acuerdo que lo cubra. Estas pólizas, no solo ofrecen una asistencia sanitaria muy amplia sino que pueden incluir también dentro de sus coberturas, el pago de gastos de hospitalización, suministro de medicamentos, repatriación o transporte de heridos y enfermos, regreso anticipado por fallecimiento de un familiar, e incluso situaciones tan desagradables como el retraso, pérdida o robo de equipaje, entre otras garantías.