Preguntas y respuestas para:
Seguro de detectives privados
Incorporar la Responsabilidad Civil General (RCG) en una póliza de Responsabilidad Civil Profesional (RCP) para un profesional en busca de un seguro de responsabilidad profesional es, en muchos casos, prescindible, aunque puede depender de los riesgos específicos de su actividad y el contexto en el cual el perito desarrolla su trabajo.
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Naturaleza de las profesiones con cobertura de RCP:
- Las profesiones que suelen asegurarse bajo una póliza de RCP (consultores, asesores, abogados, médicos, ingenieros, etc.) implican labores especializadas donde el riesgo está en un error, omisión o negligencia en su asesoramiento o servicio profesional, lo que podría causar perjuicios económicos puros a clientes o terceros. Es decir, el daño reclamado suele derivarse de un error técnico sin daño material ni físico previo.
- La cobertura de RCP responde específicamente a este tipo de riesgos profesionales y protege ante reclamaciones económicas derivadas de fallos en la ejecución profesional, de manera que los perjuicios económicos puros queden cubiertos sin necesidad de una RCG.
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Cobertura de daños materiales y personales:
- La RCG cubre daños físicos y materiales que el asegurado cause a terceros durante su actividad general. Esto es útil en actividades donde existe un riesgo de daños físicos a terceros en instalaciones o durante la realización de trabajos (por ejemplo, en construcción o servicios de mantenimiento).
- Sin embargo, en profesiones de consultoría o asesoría, el riesgo de causar este tipo de daños materiales o físicos suele ser bajo o inexistente, ya que el trabajo se enfoca en análisis, asesoramiento o revisión documental, sin contacto físico relevante con instalaciones o equipos de terceros. Esto hace que la RCG sea menos relevante en estos casos.
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Posibles excepciones – actividades complementarias:
- En caso de que la actividad profesional del asegurado implique trabajos de inspección o manipulación de equipos de alto riesgo, realizar pruebas en instalaciones ajenas o manejar equipos de clientes, puede ser conveniente incluir la RCG. En este escenario, la actividad implica un riesgo directo de causar daños materiales o personales a terceros que no estarían cubiertos por la RCP.
- Para actividades netamente profesionales, sin este tipo de exposición a riesgos materiales, la RCG no resulta necesaria.
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Coste-Beneficio:
- La incorporación de una cobertura de RCG en una póliza de RCP aumenta el coste sin que ello aporte un beneficio en términos de cobertura en muchos casos. Para actividades profesionales típicas, una cobertura de RCP bien diseñada resulta suficiente para cubrir los riesgos derivados de errores o negligencias profesionales, sin necesidad de la RCG.
En general, para profesionales cuyo trabajo implica únicamente asesoría, consultoría o servicios intelectuales, la responsabilidad civil profesional es suficiente para cubrir los riesgos inherentes a su actividad, ya que se centra en los errores técnicos o negligencias propias de su especialización. La responsabilidad civil general suele ser prescindible, salvo que existan riesgos específicos de daños físicos o materiales que puedan ocurrir durante el desarrollo de la actividad.
¿Te gustaría profundizar en algún caso particular donde la RCG podría ser relevante?